Es importante saber, de entrada, que no existen estudios que den una respuesta clara en cuanto a si una mujer embarazada puede o no hacerse un tatuaje.Primero, hablemos un poco de cómo es el proceso de tatuarse.
La regla más importante, no solo para mujeres embarazadas sino para cualquiera que desee tatuarse, es conseguir un estudio de confianza, que cumpla con las normas de higiene y sanidad requeridas. Una vez encuentres el estudio ideal, te debes poner en contacto para hablar de tu diseño, escoger al artista, y coordinar el turno. Esta parte es la más fácil!
Ahora, si hablamos de la parte técnica, es importante saber que cuando un profesional realiza un tatuaje de manera correcta, inyecta la tinta en la capa media de la piel (dermis). Si el tatuador inyecta con mucha fuerza, la tinta puede pasar a la capa siguiente (hipodermis) y ocurre lo que conocemos como blowout, que es la expansión de tinta durante el proceso de cicatrización.
La tinta se inyecta directamente en el torrente sanguíneo, pero algunos materiales y pequeñas partículas de la misma pueden traspasar la piel y entrar en contacto con la sangre.
Sin embargo, el porcentaje de componentes de la tinta que pueden entrar al torrente sanguíneo es muy pequeño, y no tiene porqué significar un riesgo para el cliente. Habiendo dicho esto, la recomendación general (tanto de tatuadores como profesionales de la salud) es esperar luego del parto para hacer el tatuaje.Pero, ¿por qué no se recomienda tatuarse durante el embarazo?
Aunque sea seguro hacerse un tatuaje con un profesional en un buen estudio, este proceso siempre tiene sus riesgos. Más aún en un momento de tantos cambios como lo es el embarazo.
Primero, muchas tintas contienen metales pesados que pueden causar una reacción alérgica. Incluso si ya tienes otros tatuajes y nunca has tenido este problema, el cambio hormonal que vive una mujer embarazada puede significar que su cuerpo reaccione de manera diferente a los mismos materiales.
Vale la pena acotar que, si decides tatuarte estando embarazada, la tinta negra es la menos alergénica, y la roja la más alergénica.Sin embargo, el verdadero riesgo con los tatuajes durante el embarazo es la posibilidad de contraer enfermedades como hepatitis B o VIH.
Claro que esto no es un riesgo exclusivo para las futuras madres, y cualquier persona que se realice un tatuaje, piercing, e incluso acupuntura o una transfusión de sangre puede enfermarse si las agujas no están nuevas o el lugar no cumple las normas de higiene requeridas. Pero durante el embarazo existe el riesgo de pasar estas enfermedades al bebé, y dependiendo del periodo de gestación el desarrollo del mismo puede verse tremendamente afectado.Ahora, hablemos de los riesgos estéticos.
Aunque sin duda lo más importante es la salud tanto de la madre como del bebé, tatuarse durante el embarazo también puede significar un riesgo estético. Durante los mese de gestaciónn, tu cuerpo cambia, acumula grasa y líquidos en diferentes partes. Es todo parte del proceso natural, pero si te haces un tatuaje durante el embarazo existe la posibilidad de que el tatuaje quede estirado o deforme debido al cambio que tendrá nuevamente tu cuerpo tras el parto.Nuestra sugerencia como estudio es que esperes.
Por tu salud y por la de tu bebé, te recomendamos que esperes hasta después del parto para hacerte el tatuaje. Mientras tanto, puedes hacer una buena investigación del local o artista que te gusta, pensar tu idea a detalle, recopilar referencias, etc. Disfruta de la creación de tu tatuaje mientras disfrutas de la formación de tu bebé
Si no puedes con la ansiedad, los tatuajes semipermanentes personalizados, o incluso con henna, pueden ayudarte a pasar el tiempo y probar diferentes diseños sin poner en riesgo tu salud. Ya verás lo rápido que se te pasan esos nueve meses!